sábado, 25 de octubre de 2008

Una marca brasileña de lencería acaba de lanzar una línea de ropa interior al alcance de cualquier hombre o, al menos, de su pareja. Los nuevos sujetadores, bragas y bodys de Lindelucy disponen de un dispositivo GPS que permite localizar a sus usuarias siempre que quieran.

Basta que ella encienda el piloto rojo para que la persona elegida, tal vez su celoso partenaire, pueda situarla en el mapa. No se trata de un cinturón de castidad posmoderno, pero se antoja un artilugio de talle machista.

Los responsables de marketing de la empresa, en cambio, venden las prendas íntimas como el último hallazgo textil para chicas de hoy en día. Textualmente:

"Para la mujer fresca y desenfadada, adelantada a su tiempo, conectada al mundo de la tecnología y de la moda, emprendedora, que toma sus decisiones, es segura y domina la situación. Una mujer creativa".

Tal vez sea difícil establecer una comparación medianamente lógica entre ese estereotipo de mujer y un dispositivo acoplado a la faja para que el novio controlador sepa dónde está en cada momento. Pero así es el mundo de los publicitarios, que han elegido para la campaña de lanzamiento el desconcertante eslogan Encuéntrame si puedes, un tanto redundante pues se supone que precisamente para facilitar el encontronazo súbito se han sacado de la manga el invento.

Tomado del Link

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