jueves, 23 de abril de 2009

El Nokia 1100, un teléfono básico que en su momento estaba en el mercado por menos de 100 euros, esta ahora siendo vendido por precios que oscilan entre los 5.000 y 25.000 euros. La razón para esta brutal revalorización es un pequeño fallo que lo hace un objeto muy codiciado por los delincuentes.

El Nokia 1100 es uno de los modelos más vendidos por la compañía finlandesa, con unas 200 millones de unidades en el mercado. Sin embargo los criminales solo persiguen aquellos fabricados en la factoría alemana de Bochum. Parece ser que estos móviles llegaron al mercado con un defecto que hace posible su reprogramación, de tal manera, que es posible interceptar los mensajes SMS que envían ciertos bancos para completar transacciones de crédito. Los criminales pueden suplantar a sus victimas y transferir el dinero a sus propias cuentas.

No es la primera vez que el Nokia 1100 aparece relacionado con el crimen. Ya en el 2005 la policía holandesa tuvo problemas para determinar si se habían enviado unos mensajes SMS desde este modelo de móvil en un caso de drogas. Los móviles son un medio más, en el que los delincuentes quieren aprovechar las oportunidades que ofrecen para ejercer su oficio.

Tomado del Link

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